Muy bonita mañana de sábado, llevábamos mucho tiempo planeando una salida, pero por unas cosas u otras al final se fue dejando pasar. Nos hubiera gustado haber podido ir a un lugar más de montaña pero por problemas de desplazamiento tuvimos que elegir otro destino y no por ello menos acertado, asique quedé prontito con Panchi y nos fuimos desde Argés hasta el castañar.
La verdad que fue una salida muy entretenida y llevábamos un tiempo sin vernos y pasar tiempo así con un muy buen amigo de la infancia da mucho de qué hablar, por lo que no paramos en todo el viaje de charlar y analizar historias y amigos.
Salimos de Argés a las 10 y fuimos hacia Layos por la senda y cogimos el camino hacia Casas Buenas bordeando el campo de golf y el embalse del Guajaraz, teniendo que atravesar este para poder llegar a Casas Buenas, de allí a Pulgar preguntando por el camino al no saber muy bien cual teníamos que coger. En Pulgar hicimos una visita al puente romano, donde hicimos unas fotitos para poder marchar luego hacia Cuerva.
En Cuerva paramos para comprar algo de comida y un zumete para comer posteriormente, preguntamos por el castañar y tras muchas indicaciones por fin cogimos el camino correcto. Pasamos por el mismo sitio que habíamos estado algunos Freedom hace unos meses en la marcha del club Mountain Bike de Cuerva y dimos con la puerta de entrada al castañar gracias a unos motocrossistas que pasaban por ahí.
Nos adentramos en el castañar, un terreno un poco arenoso pero precioso y paramos a comer 20 minutitos y en marcha otra vez, pensaba que iba a ser más difícil orientarnos por los caminos del castañar pero con los carteles de “camino privado”, “prohibido el paso” es imposible perderse. Tras atravesar multitud de rutas salimos del castañar, la verdad que fue muy bonito, con las vistas del palacio a lo lejos.
Llegamos a Mazarambroz, Andrés pidió un poco de agua, lo que le gusta beber a este chico! y tiramos por el carreterín que conduce a Layos para poder visitar la mina.
Llegamos a la mina y estuvimos paseando haciendo el cabra, vamos que nos lo pasamos como cuando éramos canijos , y es que ay cosas que nunca cambian, hasta nos escondíamos cuando pasaban los coches como en nuestros tiempos de fechorías.
Desde la mina volvimos por carretera a Layos y de Layos a Argés.
5 horitas y media como está mandao! y con ganas de repetir otra gran expedición.
UN ABRAZO AMIGO, UN PLACER RODAR CONTIGO.
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